WeAreStarting (fundada en 2014 en Bérgamo) es una plataforma de crowdfunding para startups y pymes italianas. Opera como una Società Benefit italiana (desde 2017) centrada tanto en el impacto social como en los beneficios. La plataforma está autorizada por la CONSOB (Del. 19082/2014) y ahora cumple las normas de la UE sobre proveedores de servicios de crowdfunding (Consob Del. 23014/2024). La inversión mínima es baja (300 euros) y no hay comisiones para los inversores. Las ventajas incluyen el acceso a operaciones en fase inicial e incentivos fiscales (deducción del 30% del IRPEF sobre las inversiones subvencionables). Los principales riesgos son muy elevados: el capital invertido puede perderse en su totalidad si una empresa quiebra, y las posiciones en el capital son ilíquidas (difíciles de vender antes de una salida).
WeAreStarting ofrece participaciones (acciones) en startups y PYME (SRL/SpA) de todos los sectores. En la práctica, los inversores suscriben nuevas acciones y sólo ganan si la empresa tiene éxito (mediante dividendos o una futura venta/OPV); no hay rendimientos garantizados. Toda la recaudación de fondos en el sitio es crowdfunding de capital (no hay préstamos ni bonos) con un modelo estándar de inversión en empresas. La estructura jurídica de la plataforma es una S.r.l. italiana (società benefit) autorizada por CONSOB. El vencimiento de la campaña es abierto (sin plazo fijo), por lo que los fondos suelen permanecer bloqueados hasta un evento de liquidez o salida. Métricas de inversión: ticket mínimo ≈300€ (sin máximo establecido), y los emisores pagan una comisión de admisión (~2.000€) más una comisión basada en el éxito. Los proyectos deben proponer PYME innovadoras o nuevas empresas (también PMI tradicionales), y los inversores se benefician de desgravaciones fiscales (crédito IRPEF del 30%) para las operaciones cualificadas. Los principales riesgos son el fracaso de la puesta en marcha, el riesgo reglamentario y la falta de liquidez. No hay protección del capital ni seguro: si una empresa financiada quiebra, los inversores corren el riesgo de perder el 100% de su capital. Las orientaciones sobre crowdinvestment señalan explícitamente la "pérdida de parte o la totalidad de la inversión" y la dificultad de vender antes de la salida.
WeAreStarting S.r.l. fue cofundada por Carlo Allevi y Simonetta Mangili. Allevi (ingeniero energético) ejerce de Consejero Delegado y Director de Operaciones, mientras que Mangili (antigua cofundadora) permanece en el consejo y posee el ~20% del capital. El equipo más amplio incluye a Gabriele Vittorio Nava (administrador), Cristiano Cucchiara (desarrollo empresarial), Gianni Sperotto (inversor) y Simone Piccoli (jurídico). La empresa es una Società Benefit (desde el 28 de diciembre de 2017) y, por tanto, persigue legalmente un impacto social/medioambiental positivo junto con los beneficios. Entre sus socios clave se encuentran el Banco BPM y Trentino Sviluppo, que colaboran en la divulgación y los proyectos para inversores.
Desde el punto de vista legal, WeAreStarting es un portal regulado por la CONSOB: está registrado desde diciembre de 2014 (Delibera 19082) para operar el crowdfunding de capital. También ha obtenido la autorización de la UE en virtud del Reglamento PECS (Consob Del. 23014 de febrero de 2024) y figura en la lista de la AEVM para servicios de financiación colectiva transfronteriza. La autoridad supervisora es CONSOB (regulador italiano de valores). No hay filiales conocidas; la plataforma se centra en su portal de inversión principal.
Los datos del sector sugieren que WeAreStarting tiene una escala moderada. Los informes indican ~15.000 inversores registrados y ~60 proyectos financiados con éxito (sin fecha). Según un informe de mercado de 2024, la financiación colectiva total en Italia ascendió a 396 millones de euros en 941 campañas (~367.000 euros cada una). La recaudación media de WeAreStarting por campaña fue de sólo ≈8,3 millones de euros, muy por debajo de las principales plataformas. (Esto implica muchos acuerdos pequeños; por ejemplo, una empresa recaudó 140.000 euros a través de WeAreStarting). No se dispone públicamente de cifras concretas sobre los volúmenes de 2024, pero el crecimiento parece modesto. No hay datos sobre impagos o retrasos en las inversiones en capital, pero los informes del sector señalan que aproximadamente el 15% de las empresas financiadas mediante crowdfunding se liquidan posteriormente. Los rendimientos de los inversores varían mucho; no existe un rendimiento "medio". En el crowdfunding de capital, la mayoría de los inversores esperan una ganancia considerable en caso de salida exitosa o una pérdida total.
WeAreStarting afirma que las campañas se someten a un riguroso proceso de selección. Fuentes del sector señalan que el portal lleva a cabo una "diligencia debida exhaustiva" en cada proyecto, aunque subrayan que no ofrece garantías. Los posibles emisores deben superar controles de conformidad (por ejemplo, presentar planes de negocio o datos financieros) y cumplir los criterios de las PYME innovadoras. Por lo general, sólo se aprueba una pequeña fracción de los solicitantes. No se publica ninguna "puntuación de riesgo" interna. Los filtros sectoriales/geográficos son mínimos: cualquier PYME italiana (innovadora o no) puede presentar una solicitud, en diversos sectores. Una vez en marcha, los proyectos proporcionan informes de progreso a los inversores (la plataforma anima a los emisores a poner al día a los inversores), pero el seguimiento sistemático del rendimiento es limitado. Se recomienda encarecidamente a los inversores que diversifiquen entre varias campañas y realicen su propia diligencia debida. La propia plataforma ofrece datos sobre los proyectos, pero no asegura ni suscribe las inversiones.
El portal WeAreStarting ofrece funciones estándar de financiación colectiva. Los inversores pueden consultar las campañas activas, realizar aportaciones y recibir posteriormente los documentos de los accionistas si las campañas tienen éxito. No existe una función automática de "autoinversión". Es importante señalar que la plataforma cuenta con un tablón de anuncios del mercado secundario ("bacheca elettronica") aprobado para negociar cuotas de acciones, aunque su liquidez en la práctica puede ser limitada. Los paneles de usuario permiten a los inversores hacer un seguimiento de su cartera de campañas. El sitio está principalmente en italiano (los inversores internacionales pueden utilizarlo, pero la documentación es italiana); no se ofrecen servicios multidivisa (todas las operaciones en EUR). En caso de que no se alcance un objetivo de financiación, se devuelven todos los fondos comprometidos (política de reembolso). La plataforma proporciona la documentación fiscal necesaria para la deducción del 30% del IRPEF cuando proceda. No existen protecciones para el inversor más allá de la transparencia (se divulgan los datos financieros de los proyectos), ni seguros o garantías sobre las inversiones.
La estructura de comisiones de WeAreStarting es bastante transparente. Los inversores no pagan nada: no hay comisiones de entrada, custodia, rendimiento o salida para particulares. (Los inversores simplemente transfieren su compromiso a la cuenta de custodia sin cargos adicionales). Los emisores pagan tasas: una tasa fija de cotización (a partir de ~2.000 euros) más una comisión de éxito sobre el importe total recaudado. Los detalles del nivel de comisión se publican para cada campaña, de modo que los fundadores conocen el coste inicial. No hay cargos ocultos para los inversores. En general, los precios son los habituales en la financiación participativa italiana: la plataforma solo obtiene ingresos a través de las comisiones de los emisores.
No se conocen escándalos importantes ni medidas coercitivas. La plataforma no ha sido objeto de sanciones regulatorias; CONSOB la ha catalogado como portal autorizado. Las opiniones de los inversores son mayoritariamente positivas (Trustpilot muestra ~4,7/5 de 35 opiniones). Sin embargo, en mayo de 2025, un sitio de reseñas independiente otorgó a WeAreStarting sólo un "Índice de Confianza" moderado (2,9/5), advirtiendo a los usuarios que verifiquen la autenticidad antes de invertir. En resumen, no hemos encontrado informes de fraude de clientes ni controversias en los medios de comunicación. Una bandera roja potencial es simplemente la naturaleza de alto riesgo del modelo: cualquier startup financiada aquí podría fracasar por completo. Los inversores deben tener en cuenta que las críticas se centran en el riesgo (como es de esperar en el crowdfunding de capital), no en las prácticas de la empresa.
WeAreStarting tiene algunos logros notables. En 2017 ganó el concurso de startups ING Challenge y fue finalista en la Regione Lombardia Fintech Competition, lo que elevó su perfil en el sector. Su socio tecnológico Katipult ha sido reconocido (Canada's Most Innovative Fintech 2016). La plataforma también colabora con instituciones como Trentino Sviluppo y Banco BPM para apoyar el flujo de operaciones. En cuanto a la financiación, uno de los casos de éxito es el de Recuperiamo S.r.l. (Regusto), una innovadora empresa emergente que comparte alimentos. A mediados de 2024 recaudó 140.000 euros en WeAreStarting (superando su objetivo de 100.000 euros) y posteriormente completó una ronda de seguimiento de 410.000 euros liderada por SICI SGR. Estos ejemplos demuestran que las campañas pueden atraer más financiación de capital riesgo. Aunque todavía no se ha informado de salidas a bolsa (el crowdfunding de capital en Italia todavía está madurando), estos casos muestran resultados positivos para algunos proyectos lanzados en la plataforma.
Sí. Es un portal de equity crowdfunding autorizado por la CONSOB (Delibera 19082/2014) y cumple con la normativa de la UE en materia de PECS (Consob Del. 23014/2024). Toda la captación de fondos sigue la legislación italiana, y el regulador (Consob) supervisa su actividad.
Como capital, no hay rendimientos garantizados. Los inversores sólo se benefician si la empresa tiene éxito. Los beneficios proceden de futuros dividendos o de la venta de acciones a un precio más alto. A la inversa, puede perder toda su inversión si una empresa financiada fracasa. En la práctica, cabe esperar resultados muy variables (algunos pueden obtener grandes ganancias, la mayoría alcanzar el punto de equilibrio o perder dinero). No existe un ROI "medio" establecido.
El principal riesgo es la pérdida total del capital. Las empresas en fase inicial suelen fracasar. Su inversión es ilíquida (difícil de vender). Los cambios de plataforma o normativos plantean riesgos secundarios. El riesgo de divisa es bajo (sólo euros), pero las recesiones económicas pueden acabar con las empresas emergentes. En resumen, invierta sólo el dinero que pueda permitirse perder y distribúyalo entre muchos proyectos.
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