El sector del crowdfunding en España es una parte del panorama de la financiación alternativa en rápido crecimiento, que conecta a inversores minoristas con startups, pymes y proyectos inmobiliarios. 🇪🇸💡 En este informe, los lectores conocerán el tamaño y crecimiento del mercado español de crowdfunding, las tendencias y sectores clave, el marco regulatorio y las principales plataformas y modelos de crowdfunding que operan en la actualidad. Destacamos la creciente importancia del crowdfunding en España a medida que los bancos endurecen la financiación y los inversores buscan mayores rentabilidades.
También mostramos cómo están evolucionando las plataformas españolas de crowdfunding y el crowdlending en España según las normas nacionales y de la UE. Palabras clave como "crowdfunding en España", "plataformas de crowdfunding en España", "crowdlending en España" y "equity crowdfunding en España" se utilizan para guiar a los inversores y potenciar el SEO. Al final de este informe, los principiantes comprenderán el potencial del mercado, desde las campañas inmobiliarias de rápido crecimiento hasta las operaciones de capital, y cómo la regulación y la protección de los inversores configuran este panorama.
El mercado español de financiación alternativa es de tamaño moderado pero se está acelerando. En 2023, el importe total recaudado por las plataformas de crowdfunding en España ascendió a unos 380 millones de euros, lo que supone un aumento aproximado del 26% con respecto a 2022. El segmento más importante es el crowdfunding inmobiliario, que por sí solo representó alrededor del 58% de los volúmenes de 2023 (unos 220 millones de euros). Los proyectos inmobiliarios (tanto en forma de deuda como de capital) siguen creciendo, con un aumento de la financiación del 70% interanual a principios de 2024. El crowdfunding de capital (para startups y pymes) también ha experimentado un auge: de solo 6 millones de euros en 2016 a unos 77 millones de euros en 2022, aunque descendió ligeramente en 2023. Las campañas de recompensas y donaciones siguen siendo nichos más pequeños (en conjunto, solo unas pocas decenas de millones al año).
Los sectores clave que impulsan el crowdfunding en España son la promoción inmobiliaria, las energías renovables, la biotecnología, la movilidad y la agricultura sostenible. Por ejemplo, las plataformas españolas financian activamente proyectos de energía solar y eólica, así como nuevas empresas tecnológicas innovadoras. El mercado sigue por detrás de sus vecinos más grandes (los volúmenes anuales de Francia son superiores), pero está en camino de superar los 400 millones de euros en 2024. A finales de 2023 operaban en España unas 27 plataformas de crowdfunding (PFP/PSFP) autorizadas por la CNMV, además de muchos sitios de recompensa/donación no regulados. Entre ellas se incluyen sitios especializados en renta variable, portales inmobiliarios, mercados de préstamos P2P y plataformas de donaciones/recompensas. Recientemente, la principal plataforma inmobiliaria, Urbanitae, anunció que había financiado más de 300 millones de euros en proyectos, e incluso durante la incertidumbre económica el sector muestra un fuerte impulso. En general, el mercado español del crowdfunding está madurando, con operaciones de mayor envergadura, especialización vertical y consolidación gradual (fusiones de plataformas o asociaciones bancarias) en perspectiva.
Entorno normativo y asociaciones
El crowdfunding para empresas en España está regulado por la CNMV (el regulador español de valores) bajo un marco que evolucionó desde 2015. La Ley de Crowdfunding de 2015 (Ley 5/2015) estableció por primera vez las PFP (plataformas de financiación participativa) y las normas para los inversores. En 2022, España aplicó el Reglamento sobre proveedores de servicios de financiación colectiva de la UE a través de la ley "Crea y Crece". En la actualidad, las plataformas de financiación participativa y de préstamos deben obtener la autorización de la CNMV (ahora denominadas PSFP) para operar. El portal FinTech de la CNMV orienta a las nuevas plataformas, y la CNMV mantiene un registro público (27 entradas) de proveedores de crowdfunding autorizados.
La protección de los inversores es estricta: la ley divide a los inversores acreditados de los minoristas y limita el riesgo de los particulares. Los inversores no profesionales están limitados a 3.000 euros por proyecto y 10.000 euros al año por plataforma. Las plataformas deben exigir a los usuarios que confirmen que comprenden estos límites y los riesgos. Antes de invertir, las plataformas deben advertir claramente por escrito de que los proyectos "no están revisados por la CNMV/Banco de España" y de que los inversores se enfrentan al riesgo de pérdida total y de iliquidez. En la práctica, las plataformas presentan cláusulas de exención de responsabilidad y obtienen el consentimiento de los inversores antes de financiar cualquier operación.
Mientras tanto, el crowdfunding de recompensa y donación no regulado (como los proyectos al estilo de Kickstarter o las campañas benéficas) queda fuera de estas normas, pero se aplican las leyes generales de consumo. No existe una licencia especial para los modelos de donación/recompensa puros. En la comunidad fintech, la Asociación Española de Fintech & Insurtech (AEFI) incluye a muchos actores del crowdfunding, y existe una Asociación Española de Crowdfunding privada que ha representado a docenas de plataformas. Estos organismos presionan para conseguir normas favorables y buenas prácticas. Los requisitos para la concesión de licencias incluyen capital mínimo y controles de gobernanza; en algunos casos, el Banco de España asesora sobre aspectos relacionados con los préstamos al consumo. En resumen, el marco regulador español garantiza la transparencia y limita la exposición de los inversores, al tiempo que pretende fomentar el crecimiento del sector del crowdfunding.
Las plataformas de equity crowdfunding permiten a los inversores comprar acciones o pagarés convertibles en startups y pequeñas empresas. En España, este modelo se ha convertido en una forma popular para que las empresas tecnológicas e innovadoras obtengan capital de crecimiento. Las plataformas suelen examinar y presentar empresas en fase inicial (a menudo de biotecnología, energía o movilidad) que buscan fondos a cambio de participaciones. Para los inversores minoristas, la financiación participativa ofrece la posibilidad de obtener grandes beneficios si una empresa tiene éxito, aunque los riesgos (iliquidez, fracaso empresarial) son elevados. El mercado español de equity crowdfunding se ha expandido rápidamente -la financiación total pasó de unos 6 millones de euros en 2016 a 77 millones de euros en 2022-, lo que refleja un mayor flujo de operaciones empresariales y el apetito de los inversores.
Estas plataformas suelen requerir una inversión mínima (a menudo unos cientos de euros) y utilizan tableros en línea. Se dirigen a inversores minoristas expertos que buscan oportunidades de alto crecimiento. En todos los casos, los participantes deben aceptar la información sobre riesgos y los límites de inversión en España. El crowdfunding de capital en España sigue siendo menor que el inmobiliario, pero es un nicho en rápido crecimiento que ofrece a los inversores minoristas una participación directa en empresas españolas innovadoras.
El crowdfunding inmobiliario es el segmento dominante en el mercado español, reflejo del gran sector inmobiliario del país. Estas plataformas permiten a los particulares invertir pequeñas sumas (a menudo unos cientos de euros) en proyectos inmobiliarios residenciales o comerciales. Existen dos modelos principales: el de renta variable (compra de acciones de un proyecto o propiedad) y el de préstamo (concesión de un préstamo a un promotor, reembolsado con intereses). Los inversores pueden construir una cartera inmobiliaria sin comprar propiedades enteras, disfrutando de los rendimientos de los alquileres o de la revalorización del capital si los proyectos tienen éxito.
El crowdfunding inmobiliario en España creció un 84% en 2023 y sigue en aumento - La reducción del acceso a los préstamos bancarios ha hecho que los promotores recurran a la multitud. Representa aproximadamente el 60% del volumen de crowdfunding en España. Los inversores obtienen proyectos respaldados por activos, pero deben tener en cuenta el riesgo del mercado inmobiliario y que suelen estar bloqueados entre 1 y 3 años. Este segmento se beneficia de la fuerte demanda turística y de vivienda de España, lo que lo hace atractivo para los inversores minoristas que buscan diversificación más allá de las acciones y los bonos.
El crowdlending (financiación colectiva basada en préstamos) en España se dirige principalmente a las pequeñas y medianas empresas (PYME). Las plataformas actúan como minibancos: reúnen a muchos inversores que financian partes de préstamos o facturas. Los beneficios suelen pagarse en forma de intereses fijos durante un periodo determinado. A menudo se denomina financiación entre iguales o financiación de facturas.
Las plataformas de crowdlending suelen investigar a los prestatarios y pueden garantizar los préstamos con activos de la empresa o garantías personales. En comparación con el capital, el riesgo es menor (los préstamos pueden tener garantías), pero los rendimientos están limitados. En los últimos años, el volumen general de préstamos a PYME se ha ralentizado debido al predominio del sector inmobiliario, pero el crowdfunding sigue siendo una vía de financiación alternativa para las empresas españolas. Muchas plataformas también permiten a los inversores empezar con sólo 50-100 euros por préstamo, lo que lo hace accesible a los prestamistas minoristas.
Los préstamos P2P en España conectan directamente a prestatarios particulares (consumidores) con inversores. Estas plataformas se centran en préstamos personales más que en empresas. Esta modalidad sigue siendo relativamente pequeña en el mercado español, pero existe para inversores minoristas que buscan mayores rendimientos financiando préstamos personales.
Las plataformas P2P conllevan el típico riesgo de crédito al consumo (pérdida de empleo, impago). La normativa es más ligera: aunque las normas de crowdfunding de la UE cubren los préstamos a empresas, los préstamos P2P privados deben seguir las leyes generales de financiación al consumo. Para los inversores minoristas españoles, estos sitios ofrecen una entrada fácil (a menudo 50 euros mínimo), pero también carecen de supervisión de la CNMV (la inversión en sí es un préstamo sin garantía). Los rendimientos pueden ser atractivos, pero los riesgos son mayores debido al crédito personal.
El crowdfunding de donación en España recauda fondos para causas benéficas, sociales o personales sin retorno financiero. Es popular para proyectos sociales, emergencias o iniciativas comunitarias. Las plataformas de donación españolas no suelen estar reguladas, ya que no ofrecen instrumentos de inversión.
Ejemplos:
El crowdfunding de donaciones atrae a inversores minoristas altruistas que buscan el impacto social más que el beneficio. Los aspectos legales son sencillos: estas plataformas deben cumplir las leyes generales sin ánimo de lucro y de consumo, y los donantes obtienen un recibo para desgravarse impuestos. Estas campañas demuestran el poder del crowdfunding para implicar a las comunidades, pero no son una "inversión" per se.
El crowdfunding de recompensa permite a los mecenas precomprar o apoyar proyectos a cambio de una recompensa no monetaria, normalmente el producto o servicio financiado. Este modelo es muy utilizado por creativos y emprendedores. Aunque no es una inversión, es una parte importante de la escena del crowdfunding en España, especialmente para startups y artistas.
Las plataformas de recompensas tienen pocas barreras: cualquiera que tenga un proyecto puede presentarlo. Son importantes para los inversores minoristas (aquí más "patrocinadores") porque ofrecen ventajas tangibles. Las campañas de éxito ofrecen acceso anticipado o limitado a productos innovadores. En España, las recompensas van desde artesanía local a nuevas aplicaciones, lo que refleja un ecosistema creativo de startups. La desventaja para los mecenas es el riesgo de que el proyecto fracase o de que los plazos de entrega sean largos, pero la normativa es ligera: básicamente, el crowdfunding de recompensas se rige por las leyes de comercio electrónico y derechos de los consumidores.
Más allá de los modelos principales, han surgido varias plataformas especializadas en España y a escala internacional para dar servicio a sectores específicos:
Cada plataforma nicho suele estar centrada: al limitarse a un sector, las plataformas pueden examinar mejor los proyectos y atraer a inversores apasionados por ese campo. Para los inversores minoristas, el crowdfunding especializado ofrece un impacto o un acceso específicos: desde el apoyo a proyectos de energías renovables hasta la obtención de productos artesanales. Estos nichos son de menor volumen que el crowdlending general o el inmobiliario, pero añaden diversidad al ecosistema español de crowdfunding.